Gastón Massenzio camina en la niebla - Conversación a propósito de su nuevo disco

 

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Programa N° 642. Nos visitó Gastón Massenzio para presentar su nuevo disco Niebla. Producido por Lucy Patané, una de las primeras cosas que salta al oído es la correspondencia entre el imaginario que plantea a nivel letrístico y la música. Quiero decir, la lejanía, el mar en invierno, el viento y la niebla están también en la música, lo que indica un trabajo concienzudo detrás de esa búsqueda. ¿Cómo se trabaja eso? "Yo trato de escribir siempre y de tocar siempre. Y hay períodos que están atravesados por sensaciones, por pensamientos, y te das cuenta que tiernen una hilación. En mi caso no es algo buscado, es el resultado de un proceso natural. Sí hay una parte de concepto, pero eso tiene que ver con la producción del disco", nos dijo.

Después de La presencia, su anterior disco de 2015, empezó a crecer en Massenzio la idea de dar un golpe de timón y volverse más eléctrico. "La intención estuvo desde un principio", reconoce. Pero no sería tan rápido porque sin darse cuenta armó una formación con percusión, chelo, bajo y guitarra que lo llevó nuevamente hacia un lugar acústico. Todo 2017 estuvo tocando así, mas cuando empezó a producir su nuevo trabajo casi sin querer la cosa se electrificó y se unió con aquella idea primigenia. "Me entusiasmó mucho. Yo siempre trato de que la producción del disco tenga mucho de composición y arreglos en el estudio. Llego con las ideas y termino de trabajarlas ahí mismo. Queda más fresco".

Nacido en la ciudad de La Plata y porteño por adopción, por generación Massenzio pertenecería a la camada de músicos indie. De allí viene seguramente, pero la suya es una búsqueda personal. No hay moda detrás de lo que hace. Hay sí un camino propio. Hay también imágenes hermosas y desoladoras como 'un ancla sola en el mar' (El espejo) o la invitación a buscar 'en la orilla en último día del mundo' (Niebla); hay canciones instrumentales (Un barco); elementos del ruidismo, voces femeninas y fantasmagóricas (Niebla), o canciones de otros como Bosnia de Luis.A. Spinetta. Todas ellas (en total son nueve) dialogan entre sí como partes de un todo brumoso que se mezcla -claro que sí- con la época. 

Este viernes 25 de mayo, Massenzio se presenta en vivo en una fecha compartida con Ignacio Montoya Carlotto.

La charla la descargan ACÁ o la escuchan abajo.


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La niebla. "Me venían acompañando imágenes, cosas que soñaba o leía, y todo me llevaba a algo medio brumoso o difuso. Había leído Ema la cautiva de Cesar Aira. Lo que componía me hacía acordar a lo que estaba leyendo. A mitad de año estuve con mi hijo y con mi abuela en Mar del plata, en invierno, y salía a caminar solo por la rambla. Y ahí terminé de componer letras y músicas esos días. Sumado a que había visto las fotos de una amiga (Agustina Gladiali) que terminaron en la tapa del disco, entonces se me hermanaba lo que ella hacía, lo que estaba viviendo y lo que estaba leyendo". 

Ruidismo. "Siempre me gustó la música estilo Sonic Youth, Brian Eno o Robert Fripp. Siempre estuve rodeado de músicos que sí se dedican a eso, una es Mene Savasta que integra la banda que tenemos y trabaja mucho con el arte sonoro, entonces todo el hincapié en la texturas está muy presente".


Su experiencia como miembro de la Orchestra of Crafty Guitarists, liderada por Robert Fripp."El primer seminario con él duró como diez días y fue increíble. Vivimos en un convento en Lunlunta, cerca de Mendoza. Ahí te descontectás realmente... o te conectás a todo eso porque estás en un convento, te levantás muy temprano, hacés digitación, tocás, después cocinás, seguís tocando y hacés meditación... Es una cosa que se repite por muchos días. La segunda vez hice uno que duró lo mismo o un poco más, y tocamos con él y con la Orquesta de guitarras en el Le Park, en Mendoza. Éramos dos círculos de guitarras: un círculo interior y otro círculo exterior. Y como el teatro también era circular, parte del concepto de la presentación era que los sonidos circulasen, pasaran de guitarrista en guitarrista. Cada uno de los círculos tenían automomía propia. Lo que aprendí ahí fue un montón, cómo encarar el estudio del instrumento, trabajar con distintas afinaciones...".

Bosnia. "Es una canción que me encanta. Me encanta la época de [Spinetta y] los Socios del desierto. Sentía mucha identificación a nivel sonoro con esa canción, la estaba tocando mucho en casa (...) Yo sentía como una entidad hablando desde las ruinas de un lugar y haciendo uso poético de lo que pasaba. A mí, sin ser extremista, me da un poco esa sensación de destrucción que estamos viviendo acá".

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