"A veces nos cuesta un montón nombrar" - Natalia Romero presenta 'Puede que la muerte mienta'


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Programa N° 636. Hablamos con Natalia Romero, poeta bahiense que hoy presenta su nuevo y profundo poemario Puede que la muerte mienta. A boca de jarro: un libro plagado de imágenes y con una sensibilidad a flor de piel. Una poesía elaborada que te mete en el tono e invita a habitar su reposo. Su tarea con la poesía bien puede describirse con estos dos versos: "Metí las manos hasta un fondo / que no supe". La poeta que mete las manos como quien trabaja la tierra, se embarra y cava hasta dar con lo que busca, aunque nunca se sepa bien qué es.

Sus versos son potentes y se apoya en imágenes que persisten unos días después de la lectura. Si tuviese que pensar las palabras claves que fueron abriéndose camino junto a la lectura son tres: muerte, la luz y la raíz. Siempre ronda la naturaleza. Hay un lenguaje ligado a las plantas que atraviesa el poemario. La pregunta por la raíz y la posibilidad de que algo de la existencia humana se pueda conservar en la vida de las plantas, en el jardín de una casa de cualquier ciudad, es una pregunta sin respuesta, pero qué lindo es pensarlo. 

"Hay algo de esta conexión mía con las plantas que tiene que ver con experiencias -dice Natalia, pero también me contecta con mi raíz. Yo viajo a Bahía Blanca, mi abuelo tiene la huerta y lo primero que hago cuando llego es ir al patio a ver cómo están las plantas. Ahí hay algo. Lo mismo mi abuela con sus flores. Entonces, al retomar esa experiencia personal en el presente, bueno... reaparece. Pero sí, hay un recorrido por una botánica personal [risas]".

Aquí algunos versos:

"La raíz, como la luz,
iba de adentro hacia afuera"

(Familia)

"Porque lo único que se quiebra
para poder reunirse es un poema"

(Remedio)

"Después de cualquier muerte, 
para sobrevivir,
hay que enterrar la vida"

(Cosecha)

"Un alma puede crecer tanto
hasta unir tierra y cielo
y así, decidir lo que abandona"

(Santa Rita)

Natalia Romero editó Elijo (2011) y Nací en verano (2014). El años pasado vió la luz El otro lado de las cosas. La poesía como restauración de una voz en la obra de Diana Bellesi y El otro lado de las cosas, el libro donde compila textos de quienes pasaron por su taller de escritura en 2017. ¿Los dos libros llevan el mismo título? Sí. Porque "se escribe para ganarle a la sombra y quizás el otro lado de las cosas sea ese, saltar la piedra, hacer el dibujo en una hoja blanca, encontrar la aurora".

Puede que la muerte mienta será presentado mañana jueves 5 de abril con Paula Jiménez España y Gaby Larralde como presentadoras. La cita es en El Bar de Kowalski, a las 19.30 horas. Billingurst 835.

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Transformación. "Hay un poema que se llama Conservación, que habla de un texto de Carver donde se rompe la heladera y no pueden conservar las cosas. Yo no lo había conectado con esto de las plantas, pero hay algo muy verdadero en esto, en el árbol personal, genealógico. Hay algo que deja de estar pero sigue estando. El libro está dedicado a mi mamá y a mi gata que estuvo diez años conmigo (...) Las cosas se conservan porque se transforman en otro lugar. En un poema se transforman las cosas también, eso es lo que yo quiero creer...creo".

La poesía como una posibilidad. Nada se cierra. "Es una gran incertidumbre, pero intenta acercarse a una posible respuesta. Creo que la poesía hace eso, tiene que ver con la posivilidad de ver las cosas desde otro lugar cuando uno escribe".

¿Es un libro escrito con dolor? "Sé que hay poemas melancólicos, pero traté de que no sea un libro doloroso. No lo escribí con dolor. Si escribí poemas más densos fue como una transformación de ese estado en la escritura del poema, poder mostrar otra cosa de eso que a veces duele como la muerte que a veces ni se nombra. En mi familia no se nombraba. Por eso pensar que está en el título es una locura [risas]. Es eso: a veces nos cuesta un montón nombrar".

La primera persona. "Lo que fui aprendiendo con el tiempo es que hay algo de la voz que es una primera persona que tiene que ver con la experiencia, pero después toca muchas otras voces". 

¿Por qué escribir? "Creo que escribo porque me salva. Me recontrasalva".

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- ¿Cómo te interpela este presente que se mete en la poesía, en poemas como Herida, donde decís: "Fue la vez que dije no quiero (...) Ser la culpable era una sentencia / y yo lo sabía/ Nunca preguntaron por mi herida. / Ahora puedo dejarla al descubierto / sin más refugio que el sol / para secar lo que duela. /Puedo vivir con la herida / en la punta de la mano / pero nunca como un arma"?

- Mirá, este poema lo escribí y ni siquiera había llegado a las lecturas que tuve después sobre el feminismo, ni a mi trabajo sobre la obra de Diana [Bellesi] en relación al feminismo. Tuvo que ver con una experiencia particular y un montón atrás. En ese poema di con una revelación: hay veces que una quiere decir algo y tiene miedo a decirlo, y cuando lo dice estalla todo. No sé si en el momento fui consciente de estar dialogando con este presente, pero por algo continué y a mí me ayudó.

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