***** Programa N° 424 . Y de lujo. Porque nos visitó Gabo Ferro. En 2006, un año después de editar Canciones que un hombre no debería cantar, su primer disco, y antes de sacar a la luz Todo lo sólido se desvanece en el aire , charlamos por primera vez con él. Después de esa charla fue que empezamos a pensar en la posibilidad de que otra canción existiese, una que se hace artesanalmente, que se sostiene en un deseo, que es urgente, que prescinde de aparatos de difusión, que se hace al andar, que escupe si tiene que escupir y que acaricia si tiene que acariciar. Más adelante apareció Mañana no debe seguir siendo esto y después Amar temer partir . A esa altura entendimos que su canción era inseparable de quién la porta y el portador de esa voz que amaba y que odiaba era Gabo. Aparecieron más discos en los que Gabo siguió cantando, creando, diciendo, respirando y dándole al silencio un lugar cada vez más preponderante. Nos enseñó que a veces hay que subrayar ...