"Este disco representa lo movil, lo que no queda quieto, lo que va a ser eterno pero siempre está cambiando" - José Miel cierra su trilogía 'La Mantis Religiosa'



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Programa N° 619. José Miel, la banda tucumana que tiene como sus integrantes estables a los hermanos Sebastián y Leandro Díaz Romero, acaba de dar por terminada una etapa que comenzó en 2011 y que visto desde afuera parecía una quimera. Con la edición del Volumen I de La Mantis Religiosa se pone fin a una trilogía que fue apareciendo en orden decreciente (primero el III, después el II y ahora el I) y que deja una marca en la música argentina del SXXI (se entere o no la música argentina, pero ese es otro cantar).

"Para la trilogía yo partí de una imagen que tenía que ver con lo sacro, con lo que estaba quieto y tenía algo de sagrado que no se podía corromper - nos contó Sebastián Díaz Romero. La idea era que se fuera aflojando y que con el correr de los discos eso se pusiera en cuestionamiento. La llegada del último disco aporta algo más visceral, más chamánico, experiencia vívida de verdad. Este disco representa lo movil, lo que no queda quieto, lo que va a ser eterno pero siempre está cambiando".

Escuchando la trilogía en perspectiva es notorio que cada disco trae sonidos, colores y miradas diferentes. Pero más allá de la elección estética e instrumental de lo que une cada uno de ellos es la voz luminosa y norteña de Sebastián que funciona como el hilo que conduce la experiencia de la escucha. 

"Eso fue buscado -nos dijo. El primer disco es folk con canciones intimistas. El otro disco es más pop, si se quiere más frívolo, coqueteando con ideas de la posmodernidad. Y este último disco es rock. En ningún caso yo quería dejar de ser la misma persona. Teníamos la chance de ponerle distorsión a la voz, jugar con efectos o cantar desde otro lugar, pero si hay algo que he buscado siempre es empezar a cantar y entrar en otro estado".

"La pregunta era cómo lograr participar de mi tiempo pero no irse a las cuestiones mundanas del día a día. Siempre he tratado de correrme de eso, porque yo sabía que si me corría no es que no iba a estar impregnado de mi tiempo" 

Una de las canciones que se destaca entre las cinco que integran esta última entrega es El final de los tiempos, una composición intensa y con pasajes que rozan lo sublime que dura la friolera de ¡13 minutos!. Posiblemente sea una de las más representativas no ya del disco, sino de la trilogía (junto a Arbolito, otra de las composiciones largas que está en el Volumen III). Es un poco dificil decirlo porque son tres discos que tienen muy buenas canciones, muchas de ellas inolvidables, pero esta tiene (además de todo) el gen del rock argentino y cuenta con la participación de Miguel Grinberg quién escribió especialmente unas lineas que después grabó para dejar registrada su voz en la pista.

'Todo vendrá a renacer, espero', canta Sebastián en una linea que condensa una expresión de deseo y duda a la vez. "Necesitaba describir el estado de las cosas -reflexiona. Describir cómo las percibía y cómo repercutía en mí el estado de las personas, cómo nos relacionamos, qué es lo que está pasando en este momento en la cultura, si pasa algo o no pasa, si en realidad no somos representaciones de momentos que ya pasaron. Ese fue el eje inicial de por qúe hacía yo La Mantis religiosa. De alguna manera no estamos muy vivos y lo que se entiende por arte tiene que estar movil y plantearnos cosas. Siempre estamos en cierta búsqueda mundana de placer y de satisfacción al minuto".

Y continúa: "En un momento digo: '¿Qué pasa si en vez de racionalizar todo busco sentirlo y que las palabras lleguen hacia mí sin que vengan de mí?'. Se me ocurrió pedirle ayuda a Miguel Grinberg con alguna palabra o con un poema que hablara de esa forma de percibir desde otro lugar. Yo siento que apareció con cosas que a uno quiza le cueste mucho tiempo entender", remata.

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Para descargar la entrevista ACÁ.

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¿Cómo participar de mi tiempo? "Muchas veces el artista que menos se piensa a sí mismo como un sujeto político, con sus acciones termina validando lo que el contexto está produciendo. Yo que sí trato de entender algunas cuestiones de la realidad, siempre he tenido una preocupación por que mis letras no queden impregnadas de las cuestiones coyunturales, del momento. La pregunta era cómo lograr participar de mi tiempo pero no irse a las cuestiones mundanas del día a día. Siempre he tratado de correrme de eso, porque yo sabía que si me corría no es que no iba a estar impregnado de mi tiempo. En el fondo trataba de buscar en fibras profundas o fibras etéreas que no sabemos muy bien por qué están".

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