"¿Vamos a hacernos cargo del lugar en el que nos pusieron? Hagámonos cargo y salgamos a decírselo a la sociedad: somos esclavos". Entrevista con el cineasta y poeta César Gonzáles


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Programa N° 545. Segundo bloque. Compartimos la entrevista que junto a Oscar Cuervo le realizamos a César Gonzáles, cineasta y poeta, autor de tres libros (La venganza del cordero atado, Crónica de una libertad condicional y Retórica al suspiro de queja) y dos películas (Diagnóstico Esparanza y Qué puede un cuerpo), además de varios cortos. Actualmente tiene dos largos en preparación. Abajo dejamos algunos textuales.

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El cine digital. "Lamentablemente nací en una clase social y en un ambiente socio- económico y cultural de mucha pobreza y de miseria (...) Si no hubiese existido el cine digital yo, como mucho, sería una espectador de cine, ni se me hubiera cruzado por la cabeza decir yo puedo".

¿Qué es el cine? "No puedo creer que el cine sea solo la calidad de la imagen. Si eso es el cine, que no haga cine nadie".

Forma y contenido. "Amo las películas que tienen una búsqueda en la forma: Passolini, Godard, David Lynch. Pero no sé si existe realmente la posibilidad de inventar algo nuevo en la forma. Bah, yo no me preocupo tanto en que esa sea la base a la hora de filmar. Trabajo mucho la fotografía, la puesta de cámara, la luz. Y sí me importa mucho el contenido".

Política. "Mis películas son políticas. Acá sí importa quién las hace, porque yo, con todo lo que viví, siendo pibe chorro, estando en la cárcel y todo lo que se sabe, no hago películas para decir que lo que hacen estos pibes está mal y les voy a enseñar cómo se los corrige. Al contrario, yo sigo siendo el pibe ese, ahora con conciencia de clase, amando apasionadamente el cine y haciendo películas donde esos pibes que actúan, o filman, o son parte de la producción son pibes que están teniendo un sueño por primera vez en su vida. Es un pibe que en un futuro no va a ir a robar si está hoy amando participar de un rodaje. A mí eso es lo que más me importa. Después, obviamente me preocupo por el guión, por el texto y por la forma, porque sé que vivimos en una sociedad racista, entonces soy un negro de la villa y eso es sinónimo de ignoracia hasta inconcientemente. Más en el cine, arte excelso, donde hay que estudiar. ¿Cómo que de golpe viene un pibe de la villa y se mete en nuestro arte?, pienso ironizando sobre un familia aristocrática dueña del cine.  ¿Cómo este negro viene acá, no nos pregunta, no viene a estudiar a nuestras universidades y hace películas? Mirá que a mi el fuera de foco no me lo van a perdonar. ¿Vieron? Es un negro de la villa. En otro director es una decisión estética, está conciente de que está fuera de foco. Y yo soy igual de conciente y trabajo minuciosamente cada cuadro, y se lo enseño a los pibes. Les dig: 'No le demos de comer a la gilada que lo único que espera es que hablemos como el personaje de El puntero y listo'".

Interpelar al villero. "Hay gente de mi barrio a la que no le gusta mis películas. No es que no gustan, no les gusta lo que muestro, porque interpelo al villero mismo diciendo: ¿Vamos a hacernos cargo del lugar en el que nos pusieron? Hagámonos cargo: somos esclavos, generaciones enteras de albañiles. Hagámonos cargo y salgamos a decírselo a la sociedad. ¿Querés gente que dice: 'Sí, patrón, gracias por el laburo de albañil'? Hay millones. Cuidemos a uno de nosotros que sale a decir otra cosa. Por eso yo siempre dejo claro que el apoyo en las villas lo tengo en la juventud, en los pendejos que ven que hay alguien que no viene a retarlos, ni a decirles ustedes son los monstruos, los malos, ni a pedir pena de muerte, ni a requisarlos materialmente como hace un policía, ni psicológicamente como hace un trabajador social, que es como una evangelización (en términos de Foucault, de Guatari, de Deleuzze, no lo digo yo). Son los nuevos evangelistas. Frente al pobre ¿no? Después un psicólogo en una sesión de terapia es otra cosa, pero frente a un pobre es como un jesuita: o aprendés esto, o no vas a entrar al reino divino que sería la civilización, por ende la cultura del trabajo, por ende que el pibe vaya y vuelva de la obra en construcción agradecido. Eso yo lo interpelo en mis películas".

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