Entrevista con Juan Mayo


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Programa N° 455 que tuvo como invitado a Juan Mayo, músico amigo que junto a José Masson hacen Escucha Activa por FM La Tribu y que tiene un gran primer disco editado: Todo lo que sucede en un segundo.

Actualmente Juan está zambullido de lleno en la música. Además del proyecto propio, forma parte de la Babel Orquesta e integra la banda de Zambayony que lo acompaña en sus giras por el interior; dos propuestas estéticas bien alejadas pero que por distintas razones lo interpelan. "Me hacen repensar quién soy y qué hago", nos dijo.

Juan Mayo y algunos meses del año -la banda que lo acompaña- se presentaron después de casi 3 meses el sábado pasado en una noche memorable para los que estuvimos en La Puerta de los Gatos. Siempre que vimos a Juan fue solo con su guitarra, cantando sus canciones despojadas de mayor instrumentación; desconocíamos su oficio de alquimista musical para combinar sonidos en vivo y encontrar músicos que en banda hacen sonar esas canciones con más vitalidad que en el disco grabado.

Su formación acústica de dos guitarras, bajo, batería, teclados, saxo tenor y trompeta suena todo lo ajustada que puede sonar un banda. Todo reluce. Y se vuelve más intenso cuando aparecen los invitados en acordeón y clarinete, gentileza de Babel Orquesta. Desde la primera canción con la que decidió empezar el concierto, Un deseo, pasando por el pulso reggae de Dueños de las avenidas, siguiendo con esa pieza de colección titulada Todo lo que sucede en un segundo, hasta llegar a Cultura Pop, la canción que define una visión sobre el mundo que pisamos; el recorrido fue por sobre todas las cosas musical y a su vez una muestra gratis de todo el potencial que hay en esa cabeza. Si en un primer disco se animó a meter la nariz en todos esos terrenos (cada uno un mundo en sí mismo) lo que queda por profundizar hace pensar en futuros discos como mínimo interesantes.

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AQUÍ dejamos para descargar el fragmento donde podrán escuchar el comienzo del programa e inmediatamente después la charla con Juan Mayo.

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Una posdata relacionada con la canción que elegimos para cerrar la entrevista.

"Cierro los ojos / cae la tarde / 
rojo horizonte / olor a vida de los parques / 
Te espero / como espera aquel hombre".

Eso canta en Un deseo. Es una canción en la que pensé mucho. Pasando por alto que un rojo horizonte pueda ser pensado como un destino posible y deseable de todo hincha de Independiente que se precie, y Juan lo es, esos versos son perfectos y funcionan como un oasis en medio de una carrera alocada hacia un estrellarse seguro. ¿Por qué? Porque rítmicamente es una canción que corre. Así lo dice su primer verso: "Otra vez / corre y corre sin parar / sin saber dónde quedar". Uno no sabe dónde ni cuándo su ritmo de galope constante descansará. Por momentos parece que se aleja y Juan también tiene esa sensación, pero la alcanza para perderla nuevamente. He allí el destino de toda buena canción: volar alto, perderse, solita su alma, escapar del autor. 

Lo que quiero remarcar es que la canción tiene la maravilla de estar hablando de ella misma sin que prácticamente nadie se dé cuenta. ¿Se da cuenta Juan que la canción lo quiere trascender? La que corre es la rítmica, apurada pero controlada, y el que corre -cuando canta- es Juan Mayo.  Es entonces que aparecen esos versos donde todo se suspende un segundo (¿Todo lo que se suspende en un segundo?). Son combinaciones de palabras vitales para figurarse la foto en la cabeza. Llega el sosiego. Ya nadie corre, ahora se cierran los ojos, la tarde parpadea por ultima vez también y aparece el olor a vida. 

Es posible que la palabra "parque" en Juan no resuene de la misma manera que en mí, pero puesta en el marco de una canción de pop/rock es una palabra que inevitablemente lleva a Violencia en el Parque de Aquelarre, ahí donde se cantaban las canciones "del cielo final". Dos parques bien distintos, claro está. Este parque, el de Un deseo, es uno con olor a vida, no es terror ni olor a muerte lo que hay en el aire. Si Violencia en el parque fue el preludio de la oscuridad (fue compuesta en 1974), el parque de Un deseo es la constatación de que todo es vida a nuestro alrededor. 

Y por último esa linea filosófica: "Te espero / como espera aquel hombre"¿Quién es aquel hombre? Es todos y es ninguno. Es Juan dejando de correr y son todos los hombres del presente y del futuro esperando descubrir su música. O al revés: es su música que espera ser descubierta.  

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