La crítica, la independencia y el cine - BAFICI por Oscar Cuervo + programa completo para descargar
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Más tarde nos comunicamos por
teléfono con Pablo Vidal, en las horas previas al recital que dio La Perla
Irregular en el teatro del Viejo Mercado presentando América. Ya vamos a decir
algo de esa gran celebración en un próximo post.
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1)- La crítica:
Oscar parte de la base de que no
es un crítico de cine. Asocia al crítico con un juez que emite un juicio sobre
la obra de arte. Nadie sabe de dónde emana la autoridad para hacerlo pero –qué duda
cabe- así viene funcionando la cosa. Como no se siente cómodo con la crítica, propone cambiar ese modo de relacionarse con
el film por otro que incluya al sujeto, o sea al que escribe, y que permita dialogar con
eso que se ve en pantalla. Para eso hay que encontrar una manera de hablar, una
mirada y un estilo de escritura que se ajuste a cada película.
2)- La independencia:
Fue decisiva la existencia del
BAFICI para que revistas como La Otra o KM 111 pudieran existir, entre otras
cosas porque permite una mirada más amplia y no resignarse a que el cine sea el
que todas las semanas se puede ver en las carteleras comerciales. Parte de la
puesta en duda de ese concepto tiene que ver, también, con cómo fue
evolucionando el BAFICI. Entonces: ¿Qué significa hacer un cine independiente?
¿Es independiente todo lo que está fuera del mainstream? ¿Cómo inciden las
nuevas modalidades de producción comercial? ¿Es el cine que vemos en el BAFICI independiente?
3)- El cine:
A fines del siglo XX hubo un
paradigma muy exitoso impuesto desde la revista Cahiers du cinema que es el de “realismo
cinematográfico”. El cinematógrafo permite captar una realidad que va más allá
de la voluntad del artista. Es una máquina sin inteligencia, decía Bresson. No
tiene subjetividad, capta todo, incluso lo que uno no es capaz de ver. El
cineasta se encuentra con eso que dejó huella en el celuloide y ahí radica la
esencia del realismo: es lo que está más allá de la voluntad del artista. Por
otro lado está la proyección cinematográfica en una sala a oscuras, la imagen en
movimiento y la alucinación.
Esa concepción predominante acerca
de lo que es el cine está en tela de juicio. Ya no se sabe bien qué es. Contribuyeron
a ponerlo en crisis la irrupción de la tecnología digital. Las películas ya no
se ven en las salas (existen los DVDs y los films on line) y está en vía de
extinción los 24 cuadros por segundo (la película de celuloide). Eso obliga a
pensar y repensar a qué llamamos cine y cuándo es que estamos viendo cine. ¿Lo
vemos en las salas o si vemos una película en computadora también hablamos de
cine? Queda la pregunta. La palabra cine sigue significando algo para nosotros
pero está menos claro que hace 15 años.
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