"Es la naturaleza la que se expresa, no es el antojo tuyo" - Sebastián Macchi presenta 'Piano solito'

 

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Programa N° 614. Charlamos con Sebastián Macchi para conocer por dentro cómo se fue gestando Piano solito, su primer disco solista editado por el sello Shagrada Medra que incluye siete composiciones propias, dos ajenas (El Arriero de Atahualpa Yupanqui y Canten señores cantores, un carnavalito de recopilación anónima) y un bonus track con una improvisación sobre 20 trajes verdes de Charly García.

Macchi vive actualmente en Paraná. Desde allí compone y mira el mundo, y eso se puede escuchar en su modo de tocar el piano. El disco se fue amasando a lo largo de diez años de búsqueda en la que fueron aflorando rítmicas vinculadas al folclore de nuestro país y formas libres. Eso no quiere decir que en ese lustro haya estado parado, más bien todo lo contrario: editó dos trabajos con el trío Luz de Agua, trabajó en dúo con el pianista Lucas Nikotian y participó en discos del Negro Carlos Aguirre, de Coqui Ortíz, de Silvia Iriondo o de Cecilia Pahl, entre otros. 

"Fue un proceso de aprendizaje -sostiene Sebastián. El solismo del instrumento es casi accidental porque me gusta mucho tocar en grupo y hacer canciones. Sin querer se fue generando un cuerpo de repertorio solista. Entonces, ese tiempo fue un proceso de ir aprendiendo ese lenguaje y encontrando un lenguaje propio dentro de ese formato, porque al principio yo sentía que lo que hacía no era muy pianístico, hasta que fui encontrando que en eso había una singularidad".

Esa singularidad de la que habla empieza a aparecer cuando el compositor se amiga con "lo natural que hay en cada uno". ¿A qué se refiere? "Hay un momento donde uno patea en contra o cuestiona su propia naturaleza. Felizmente, uno en un momento se empieza a amigar con eso y a alinearse con esa energía natural. Es la naturaleza la que se expresa, no es el antojo tuyo, sino dejar que sea lo que es". 

El segmento musicalizado lo descargan ACÁ.

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Nutrir al piano. "A mi me pasó que quería acercarme a la música folclórica y no sabía muy bien cómo. Yo venía más ligado a la canción, al rock nacional, a algo de folclore que se escuchaba en casa, pero no con una vivencia tan física. Y en ese momento me vine a estudiar a la Escuela de Avellaneda con Lilian Saba que tiene muy codificado el abordaje de las rítmicas folclóricas desde el piano, que es un instrumento que se injertó más tarde en el folclore, ¿no? De todos modos, también son otras vivencias las que nutren ese acercamiento: bailar un poquito, tocar el bombo, cantar una zamba, hacer cuerpo en todo ese bagaje, tocar una caja, acercarse a las coplas...nutrir de todo eso al piano". 

La realidad cultural de Entre Ríos. "Yo siento que hay un fenómeno cultural de estos tiempos que tiene que ver con la descentralización. No pasa en Entre Ríos, pasa en muchos lados. Tal vez la tecnología favorece esos puentes. Siento que es muy importante fortalecer corredores culturales del litoral, del interior de la provincias. De hecho sucede, es algo que viene creciendo muy a pesar de las políticas culturales. Es algo que se da desde la propia necesidad y también del hecho de que hay mucha gente muy formada en distintas disciplinas culturales y entonces necesita intercambiar. En otro tiempos se daba que había que venir a Buenos Aires o a una gran ciudad. Hoy en día no, parece que no es indispensable y se puede construir de otra manera. De todas maneras sucede muy a la intemperie, especialmente en Entre Ríos y en Paraná donde hay una tradición de escritores, de plásticos y de musicos muy grande y siempre se le ha dado muy poca bolilla. De todos modos - y no es para hacer bandera de esto- hay un impulso muy verdadero de expresión  que trasciende las posibilidades concretas de los medios. Esperemos que gente que está en esos lugares y podría generar políticas culturales vayan visibilizando esto y pueda contribuir a este proceso. Es sólo facilitar un poco, porque ya se está dando, ni siquera hay que ponerse a pensar mucho".

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